24 January 2008

En solidaridad

Vivir en un país con tendencias socialistas (aunque con un gobierno Conservador por el momento), me he ido acostumbrando a las amenzas de huelga por todos lados. Si no son los trenes, son los maestros, o los policías, o los trabajadores de los cementerios (como el año pasado hicieron en Montreal por meses). A finales de este año se vence nuestro pacto colectivo en YorkU y ya me voy preparando mental y emocionalmente a mostrar solidaridad con mi sindicato (CUPE - 3903: Canadian Union of Public Employees, Local 3903) y a votar para darle al equipo de negociación el arma de llamar a huelga si el empleador se muestra intransigente con nuestras "demandas". He aprendido conceptos en inglés que no puedo traducir sin tener que explicar, como "work-to-rule", que se refiere a una acción sindical en la cual uno se niega a realizar labores o tareas que uno hace usualmente pero que no son parte del contrato o del pacto colectivo. El otro es "lock-out", el cual es lo opuesto a una huelga. En una huelga los empleados son los que dejan de trabajar, en el "lock-out" el empleador le echa llave (a veces literalmente) al lugar de labores y no deja que los trabajadores entren. En ambos casos existe una situación de contención laboral.

Escribo esta entrada como respuesta a un tema reciente en la Bitácora de RomeroGT sobre las amenazas de huelga que el magisterio en Guatemala (el sindicato de maestros y maestras de escuelas públicas) esta haciendo para resistir la profesionalización de dicha carrera. Hay varios puntos que quise hacer en un comentario, pero creo que me pasé del número de palabras permitidas y mis elocuentes palabras fueron perdidas en el ciber-espacio. Ni modo. Pues aquí les van mis saetas social-demócratas:

No creo que sea apropiado o realista que un sindicato utilice la amenaza de huelga para modificar algo como el pensum de estudios. Esta es una situación técnica del "negocio" del empleador. Los empleados en la planta de la General Motors no le dicen a GM cómo fabricar carros, pero si les están cortando las horas de trabajo (y por ende el salario devengado) una amenaza de huelga o la huelga en sí puede ser una forma de crear presión para mantener los derechos ganados con anterioridad. Algo que no sabía hasta hace poco es que, al menos por estos lares, el sindicato no nos puede llamar a huelga mientras exista un pacto colectivo vigente. Pero siempre dejan (tanto sindicato como empleador) que el contrato se termine para empezar negociaciones. Es un juego de ver quien guiña primero, o aquel juego de "un serio" en el cual quien sonríe primero pierde.

Por otro lado es triste que una organización representando a trabajadores del estado esté en contra de la profesionalización de su campo. Una mejor capacitación puede consituir mejores oportunidades de trabajo. El problema sería si este cambio pone en peligro empleos ganados honestamente y trabajados arduamente. No existe nada inherentemente malo en tener un sindicato magisterial fuerte e influyente. El problema es la falta de respeto por las leyes y las reglas del juego. Qué los más afectados son los padres y los alumnos, pues ni modo. Esa es el arma que los maestros tienen para reclamar condiciones laborales justas. Otro defecto del sistema es que los dirigentes sindicales utilizan a las bases como un ejército en contra de un gobierno electo democráticamente para tratar de mangonearlo. Espero que en este "pulsito" el gobierno central se ponga los pantalones para marcar la actitud de poder para el resto de los cuatro años que apenas comienzan.

Y ese es "otro rollo", ¿por qué debe ser un total trauma para la población el cambio de gobierno? ¿Por qué no existen (más) entidades estatales semi-autónomas que puedan continuar con su trabajo diario y no son afectadas por el cambio de guardia? Creo que la idea de superintendencias llenas de personal capacitado y tecnócratas es una de las mejores soluciones a este problema. Además pueden ayudar a la descentralización de las funciones del estado.

Para finalizar quisiera relatar una de mis experiencias sindicales en el Canadá. En los últimos meses del 2007 CUPE 3903 llamó a una campaña de "work-to-rule" para reclamar dos "injusticias" que sus miembros han sufrido. Una era un cambio en la forma en que los departamentos de post-grado (una de las "unidades" de CUPE 3903 somos estudiantes de maestría o doctorado que trabajamos como auxiliares de cátedra) iban a imponer los límites en terminar nuestros programas académicos. Esta situación ya estaba siendo solucionado antes del comienzo de la campaña. La segunda causa de esta campaña es que YorkU dejó de darnos una de las becas (ayuda financiera) que eran asignadas de acuerdo a necesidad financiera. Esta situación no se ha solucionado, pero creo que la campaña ha perdido momentum. Por mi parte me desilusioné al reflexionar que la primera razón no sólo ya estaba siendo negociada, sino que no tiene nada que ver con nuestro papel como empleados de YorkU y más en nuestra relación como estudiantes. No es el lugar del sindicato en protestar esta cambio, sino el de la asociación de estudiantes (si, también soy parte de la "Graduate Students Asociation" por default, uno no tiene alternativa). Y ¿qué constituye esta campaña de "work-to-rule"? Pues simplemente se nos pidió que no contestarmos los correos electrónicos de los estudiantes o de los catedráticos sobre cuestiones referentes a las clases. Durante el otoño mantuve la campaña, pero ahora en el invierno me parece demasiado y no siento la presión del sindicato o el apoyo del resto de auxiliares (al menos en mi departmento).

El sistema de sindicatos y empleadores no es perfecto. Pero teniendo reglas claras puede resultar altamente positivo para los empleados al mismo tiempo que se garantiza el mantenimiento del servicio o producción que es la base del negocio del empleador.

3 comments:

Anonymous said...

"Qué los más afectados son los padres y los alumnos, pues ni modo" NO! no puedo decir ni modo porque como padre y como estudiantes tambien hay derechos y las medidas los violan.

No se puede comparar los reclamos de los trabajadores de una empresa Fortune 500 o una Universidad respetada por su calidad y desempeño con las exigencias de las personas "responsables de impartir la educacion" que muchas veces no llenan expectativas mìnimas de vocacion, servicio y profesionalismo. No se puede comparar porque en sus huelgas el daño se hace a una empresa, aqui dañas más al futuro de guatemala.

A la fecha jamás he pertenecido a un sindicato y sin embargo creo que en mas de una ocasion demostrando con resultados y cumplimiento de objetivos las areas donde he colaborado han obtenido mejoras en condiciones laborales, ganadas a pulso y sin medidas de hecho.

Black said...

lo que ocurre, muy en mi opinion es que los sindicatos si bien es cierto tienen su naturaleza juridica en que se forman con el fin de ser un sistema de ayuda para el progreso de la clase trabajadora, sin embargo en guate se abusa de ellos, y ppueden llevar hasta a la quiebra a un estado, el magisterio es un gremio muy fuerte en guatemala al cual se le deb respeto, pero creo bastante viable que si se toman medidas energicas se deberia de depurar el magisterio nacional y sacar a patadas a esos sindicalistas que quieren pasar de araganes... las consecuencias las sufren los patojos que con un pesimo sistema educativo salen mal preparados, expertos en bochinches nada mas

Manolo said...

RomeroGT creo que tu punto va al dilema de qué es considerado un "servicio esencial" y por ende los trabajadores que prestan dicho servicio no pueden ejercer el derecho de huelga en su totalidad. Definitivamente que en Guate la educación debe ser valuada como esencial. Al leer el artículo en elPeriódico que mencionás en tu blog entendí mejor la situación actual por la que está atravesando el magisterio vs. las nuevas cabezas del mineduc y la necesidad del gobierno central, como digo en mi entrada, de ponerse los pantalones y no dejarse "gobernar" por estos %&^$^*.
Quisiera aclarar que personalmente no tengo opción a "no pertenecer" al sindicato, pues si estoy "solo" y no "en solidaridad" a mi contrato le pueden faltar los beneficios ganados en los pactos colectivos pasados, presentes y futuros.
black wizard totalmente de acuerdo. Te recomiendo el editorial de elPeriódico que mencionó arriba, cortesía de RomeroGT. Me encanta que usés la palabra "depurar", pues en Guate se ha estado hablando de depuración desde mediados de los 80s y al parecer las nuevas generaciones que van tomando la batuta de estos gremios y/o ciertas instituciones estatales han mantenido el status quo, cabalmente por la educación que han recibido.